Fantasmas de Buenos Aires: Felicitas Guerrero, la mujer mas bella de la Argentina

13.06.2011 14:53

Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto era la hija de Carlos José Guerrero (quien introdujo al país las vacas de raza Aberdeen Angus) y de Felicitas Cueto y Montes de Oca.
Esta chica nacida en 1846 fue la mujer más hermosa de la Argentina según el poeta Carlos Guido Spano. Su vida fue una sucesión de tragedias: fue obligada a casarse a los 16 años con Martín de Álzaga, un hombre de 61 años de quien se decía poseía la fortuna más grande de Argentina, tuvo 2 hijos los cuales murieron, el primero a los siete años de edad culpa de la epidemia de fiebre amarilla y el segundo a pocos días de haber nacido. A los quince días de la muerte de su segundo hijo también murió su marido.

Tiempo más tarde, luego de cumplir un riguroso luto, Felicitas comenzó a frecuentar nuevamente las reuniones de la alta sociedad adonde era conocida como “la joya de los salones porteños” e inició un romance con Samuel Sáenz Valiente. Esto provocó la ira de uno de los principales dandis de Buenos Aires, Enrique Ocampo (tío de las escritoras Victoria y Silvina Ocampo), quien también la pretendía y no acostumbrado a sentirse rechazado, fue hasta la casa de Felicitas, la asesinó y luego se suicidó en un confuso episodio que hasta el día de hoy genera muchas dudas..

Los padre de Felicitas mandaron construir una capilla en homenaje a su hija. El lugar que se eligió para la construcción fue el mismo donde Felicitas fue asesinada, actualmente la calle Pinzón 1480, en pleno barrio de Barracas. El arquitecto fue Ernesto Bunge, quien si bien fue un arquitecto formado en Berlín, revalidó su título en la Universidad de Buenos Aires, transformándose en el primer arquitecto en recibir ese título en la UBA.

La iglesia tiene un estilo neorrománico alemán y neogótico con diversos elementos germánicos, es la única en su estilo que quedó en pie del mundo, su interior está decorado con mármoles, mosaicos españoles, mampostería policromada, vitrales franceses. Posee un reloj inglés con carrillón de un metro de diámetro (restaurado en Inglaterra y puesto en marcha por el Príncipe Andrés de Gales en el año 1999) y un órgano Walter de origen alemán de 783 tubos.

Son muchas las historias tejidas alrededor de esta Iglesia, que es la menos elegida por los novios para casarse en toda la ciudad. En su interior se puede encontrar una escultura de Felicitas junto a su hijo Félix, construido en mármol de Carrara, lo que convierte a esta iglesia en la única con estatuas de seglares. La leyenda también dice que tocar esa estatua es asegurarse una vida desgraciada y trágica.

Las rejas, en cambio, les devuelven a los amantes despechados su amor para siempre, sólo deberán ir hasta la entrada y atar un pañuelo blanco en cualquiera de sus barrotes (aunque el cura encargado de la iglesia asegura que es frecuente encontrar ropa interior atada).

Muchos vecinos aseguran que el fantasma de Felicitas aún vive en la zona, y que todos los 30 de enero, se la puede ver en su vestido blanco, llorando desconsolada frente a las rejas y que las noches de tormenta pueden escucharse las campanas por alguna razón que aún no pudo ser descubierta.